Esta estación de la línea circular marrón como todas las pertenecientes a esta línea refleja el triunfalismo de los años de post-guerra. Sin embargo aquí esta temática se expresa directamente solo en el mosaico de un extremo de la nave central de la estación, siendo el tema general de toda la estación las artes y los vegetales representados por medio del vitreaux . Flota en ella como en todas las estaciones de la línea circular un ambiente de catedral con profusión de decoración.
El rasgo distintivo de esta estación y que lama inmediatamente la atención cuando se llega a ella en el tren y antes que este se halla detenido en el andén son los mencionados y atractivos vitreaux que se ubican en cada una de las enormes columnas de descarga que separan por arcos la nave central de la estación de las naves laterales por donde discurren los andenes y los propios trenes del Metro.
Las doble filas de columnas de descarga y el arco que las une están dibujadas en su perímetro por borlados de metal dorado que realzan la forma toda de la estación.
Por estos arcos se pasa en sentido transversal a los andenes. En sentido longitudinal de la estacón los pilares entre los arcos contienen 32 diseños en vidrios de colores iluminados desde dentro y que son idénticos en ambos andenes.
Con este recurso original se logra en esta estación lo conseguido en todas las estaciones del metro de Moscú a través de originales recursos para cada una de ella: eliminar la sensación de opresión producida por un espacio cerrado y a gran profundidad.
Los vitreaux dan la idea inconsciente de estar iluminados por luz diurna como en una catedral medieval..
Representan escenas culturales de pintores, músicos y otros artistas en un marco de frondosos vegetales. El color predominante es el verde en distintas tonalidades.
El efecto resultante es muy atractivo y a la vez sedante.
En su momento la estación tuvo gran acogida por el público moscovita usuario debido a la novedad de estos vitreaux.
La estación está directamente asociada en su contenida a las tres Repúblicas Bálticas ocupadas y anexadas a la URSS como resultado de la contraofensiva del Ejército Rojo en la Segunda Guerra Mundial.
Los pintores y artistas de vitreaux lituanos Beiland, Krests y Rizin realizaron estos paneles según dibujos de Pavel Koronin artista de la ciudad de Riga.
El vitreaux fue una expresión artística vinculada al cristianismo de Europa Occidental y ajena al cristianismo ortodoxo de los países eslavos. Por su parte, las tres Repúblicas Bálticas, Estonia, Letonia y Lituania, poseen una importante influencia histórica alemana y por tanto del gótico cristiano occidental.
En los años de Stalin (1930-1953) como durante toda la existencia de la URSS el ciudadano soviético no tenía posibilidad alguna de salir de su país y aún de su ciudad de modo voluntario libre. Podían hacerlo a países del bloque comunista especialmente en las últimas décadas de la URSS pero siempre en delegaciones, deportivas, culturales o políticas así como vacaciones asignadas, en todo caso con estricto programa predeterminado y siempre bajo la supervisión de un líder de grupo que indefectiblemente rendía cuentas al KGB. Para viajar a los países occidentales la posibilidad era aún mucho menor y la vigilancia proporcionalmente mayor.
En los años de Stalin era virtualmente imposible. El país estaba herméticamente cerrado por la fuerza absoluta del poder estatal.
Los vitreaux de esta estación fueron en este contexto un recurso artístico que no solo eliminaba la sensación d e opresión de un espacio arquitectónico cerrado a decenas de metros de profundidad, sino una ventana difusa y colorida al temido y admirado por los rusos, mundo europeo occidental, una suerte de pabellón del gótico cristiano occidental, una “muestra” de Europa Occidental.
Las propias Repúblicas Bálticas fueron precisamente por esta tradición cristiana occidental las repúblicas más prósperas y deseadas por el ciudadano medio del resto del imperio soviético, lo mismo que los productos producidos por ellas y vendidos en el resto de la URSS.
Como todas las estaciones de la línea marrón, al ser esta circular esta cortada por otra línea del sistema y por tanto en conexión. Estas conexiones salen en general del centro de la nave central, en el caso presente conectando con la estación de la línea gris “Mendeleyévskaya”, dedicada al científico ruso creador de la tabla periódica de los elementos, Mendeléyev, hecho que se simboliza en las luminarias de la estación que representan esquemas moleculares, y en un bajo relieve en el extremo ciego de la nave central e donde se puede ver el mismo rostro de Mendeléyev y una representación de la propia tabla química.
Por su parte son de destacar en su potencia formal, los escalones de conexión de las estaciones de la línea marrón toda, las cuales salen de los costados del centro de la sala central pasando en voladizo por encima de las vías del tren ofreciendo a quien se detenga unos instantes allí un particular espectáculo: el tren ruso visto de arriba y as masas moscovitas expelidas y luego succionadas de un costado de él.
Las grandes luminarias de esta estación de forma circular, a espacios rítmicos a lo largo de las naves, recuerdan una especie de OVNI soviético de luz de bordes barrocos.
En esta estación el recurso para contrarrestar el efecto de claustrofobia se logró por la desmaterialización en luz de la masa de los pilares, como recurso principal.
Marcel Blanchard. Moscú. Julio 2009
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